El domingo por la noche Elías Zuñiga arrancó su jornada laboral como recolector de residuos con emoción, ya que el viernes había recibido el alta médica tras pasar quince días aislado por ser positivo de Covid-19 y lo único que quería era volver a trabajar. Todo parecía transcurrir con normalidad, hasta que un paso en falso casi le cuesta la vida.
Fue allí donde Elías se resbaló, cayó al suelo y el rodado -que pesa 300 toneladas- comenzó a hacer marcha atrás para poder continuar su camino. El trabajador se encontraba, desafortunadamente, en la mitad del camino y el conductor solo tenía visión para los costados, por lo que fue imposible advertir la situación.
"Cuando me caí y empecé a ver que el camión se acercaba me pasaron mil cosas por la cabeza. No sé cómo hice, pero por un impulso empecé a arrastrarme para salir del camino, hasta que sentí las dos ruedas traseras arriba de mis piernas. En ese momento el chofer se dio cuenta de lo que había pasado", comentó Elías.
Agregó que, por suerte, el conductor es reconocido por ser un empleado muy responsable e iba despacio, por lo que -al sentir el impacto- frenó rápidamente y llamó a todas las autoridades pertinentes para que se acercaran a asistirlo. Además, tanto sus compañeros como los vecinos del sector salieron para ayudarlo.
Pocos minutos después, a Elías lo trasladaron de urgencia al hospital Pedro Moguillansky, donde los médicos que lo atendieron se mostraron sorprendidos porque no había sufrido ningún tipo de fractura y se encontraba fuera de peligro. "Fue una desgracia con suerte. Sólo se me hincharon las piernas y estoy con calmantes para el dolor. El miércoles tengo que ir a ver al médico laboral y por ahora no sé cuándo vuelvo a trabajar", comentó el joven.
Ahora, Elías se encuentra descansado en su casa junto a su esposa y sus tres pequeñas hijas, quienes se encargan de contenerlo y brindarle todo el amor que se merece. "Ellas se quedan hasta tarde conmigo, ayudándome, y a la mañana duermen. Fue un susto muy grande, pero estoy bien", concluyó.