La oposición en la Cámara de Diputados fracasó este miércoles en su intento de revertir el veto presidencial de Javier Milei a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria. La votación terminó más holgada a favor de la Casa Rosada de lo que se anticipaba hace apenas dos semanas gracias al cambio de posición de una parte importante del bloque UCR -que había convocado a la sesión- y de Innovación Federal. El resultado final fue 153 a favor, 87 en contra y 8 abstenciones.
Las primeras señales de la victoria libertaria se conocieron ayer, cuando un grupo de cinco diputados radicales, entre ellos el neuquino Pablo Cervi se fotografió junto al Presidente en la Casa Rosada, dejando en claro que votarían en contra del proyecto que ellos mismos habían aprobado en junio.

Debido a que el proyecto llegó al recinto sin dictamen de comisión, se necesitaba habilitar su tratamiento sobre tablas con dos tercios de los presentes, la misma mayoría agravada que se necesitaba para su aprobación. La habilitación se aprobó a mano alzada incluso con el aval del oficialismo, que al tener los votos para blindar el veto, prefería avanzar con la votación para evitar que el tema vuelva a comisión y se prolongue la discusión.
Ya este mediodía el rionegrino Agustín Domingo había anticipado que al menos él por el bloque Innovación Federal, que tiene ocho integrantes y nuclea a representantes de Río Negro, Salta y Misiones, se iba abstener, a pesar de que en junio había votado a favor de la nueva fórmula.
Si bien hasta ayer no descartaban votar divididos, terminaron los ocho optando por la abstención.
Domingo dijo que “esa fórmula evitaba lo que ahora será inevitable: una catarata de juicios contra el Estado por no respetar el empalme de una fórmula y la otra. Son juicios que el Estado va a perder, es un mayor gasto futuro”, explicó y agregó que “no vamos a votar en contra de esa decisión política que tomó el presidente, pero tampoco vamos a convalidar.
A su turno, el radical Rodrigo de Loredo reconoció públicamente las tensiones internas que llevaron a su bloque a terminar con votos a favor, votos en contra, ausencias y abstenciones. En ese sentido, señaló que el Gobierno tenía la posibilidad de vetar parcialmente los artículos que representaran mayor gasto fiscal pero respetar la recomposición del 8,1% “tal como sus propios senadores dictaminaron en el Senado”.
Finalmente, De Loredo aclaró que la postura oficial de su bloque sería insistir de forma total, a pesar de que muchos de sus miembros actuarían con libertad.
Llegando al final de la sesión, Germán Martínez, de Unión por la Patria, apuntó contra los radicales y provinciales, a los que acusó de “hipócritas”. “Estamos cansados de los que dicen que están a favor de los jubilados y terminan dándose vuelta como unos panqueques. ¿Qué hubo? Renuncias a último momento, fondos que aparecen, cargos en el gobierno nacional. Una votación se puede ganar o perder, lo que no se puede perder es la coherencia”, concluyó.
A diferencia de la sesión de junio, cuando se aprobó la reforma jubilatoria, los votos afirmativos cayeron en siete votos, los negativos subieron en 15, curiosamente las abstenciones se mantuvieron iguales -aunque cambiaron los votos de los diputados-, y bajó a la mitad los ausentes de aquella sesión.
