Este martes el Ministerio Público Fiscal de Río Negro formuló cargos a tres hombres por haberse encontrado en su poder aves silvestres y elementos tendientes a su caza y conservación.
El legajo penal se inició a partir de una denuncia de referentes de la Secretaría de Ambiente y cambio climático que previamente habían realizado un trabajo de campo para corroborar información con la que ellos ya contaban. Luego efectuaron la presentación en Fiscalía, lo que derivó en los allanamientos inmediatos.
Los mismos se realizaron en dos viviendas de la localidad de Guardia Mitre. En una de ellas, perteneciente al primer hombre imputado, se encontraron 37 cardenales, un cabecita negra y un loro hablador: todos ellos cazados y capturados en la zona, apuntó el MPF rionegrino.
En el mismo domicilio se secuestraron 11 jaulas tramperas, 39 jaulas, 20 kilos de alimentos, bolsas de alpiste y bebederos. Las aves quedaron inmediatamente a cargo del órgano específico y los elementos secuestrados y decomisados.
En la segunda vivienda, propiedad de un hombre y su hijo mayor de edad, no pudieron hallarse aves porque habían sido alertados y las habían puesto en libertad. No obstante, se les imputó la tenencia aún sin poder identificar las diversas aves silvestres y se secuestraron de ese lugar tres jaulas, tres jaulas tramperas y cuatro transportadoras para aves.
Los tres hombres, en dos hechos individuales, cazaron las aves cuya especie se encuentra protegida “para someterlas a su dominio y apropiárselas como presa sin contar con la debida autorización y a sabiendas de la prohibición de caza, captura y tenencia”, indicó la Fiscal a cargo de la causa.
La evidencia probatoria se compone de la denuncia inicial y se fortalece con el resultado de pericias telefónicas efectuadas a dispositivos secuestrados. Se encontró en uno de ellos más de 20 imágenes de aves silvestres enjauladas, especialmente cardenales, jaulones y videos donde se constata que las jaulas estaban en uno de los domicilios allanados a partir del cotejo de fotografías tomadas al momento del allanamiento.
Además en otro de los teléfonos se halló un mensaje de uno de los hombres que alertaba a otro sobre los allanamientos que se estaban produciendo en ese momento.
La defensa de los imputados (padre e hijo ambos representados por el mismo defensor oficial) no manifestaron objeciones respecto de los hechos endilgados. Luego de ello la Jueza de Garantías dispuso la apertura de la investigación penal preparatoria por el término de cuatro meses.