La Cámara de Diputados ratificó, con 143 votos afirmativos, los cambios realizados por el Senado y sancionó hoy de manera definitiva la implementación de la Boleta Única de Papel. El nuevo instrumento electoral comenzará a utilizarse a nivel nacional en las elecciones legislativas del año que viene.
Si bien existía un amplio consenso general entre el oficialismo y los bloques dialoguistas sobre la necesidad de dejar atrás el sistema actual de boleta partidaria, la tensión se mantuvo hasta último momento en torno a la posibilidad de incluir un casillero para votar lista completa.
Tanto el modelo mendocino como el cordobés incluían la posibilidad de marcar la opción de lista completa, sin necesidad de tildar cada cargo por separado. Durante el debate en el Senado, la senadora rionegrina Mónica Silva junto a las fuerzas provinciales se pusieron firmes sobre este punto y bloquearon el debate.
Los partidos provinciales buscaban cortar con el “efecto arrastre” que generan los candidatos presidenciales de los partidos nacionales. Silva y los misioneros renovadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut lograron hacer valer sus votos clave y el oficialismo terminó cediendo.
Al principio, tanto los libertarios como amplios sectores del radicalismo y el PRO querían insistir con la versión del proyecto que salió de Diputados, que incluía la posibilidad de votar lista completa. Pero la amenaza de no dar quórum del bloque Innovación Federal, que responde a los gobernadores de Río Negro, Misiones, Salta, y la advertencia de que la ley corría el riesgo de ser judicializada, terminaron inclinando la balanza.
Al inicio del debate en el recinto, el miembro informante del oficialismo Nicolás Mayoraz explicó que el dictamen consensuado “en su mayoría aprueba las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley de Boleta Única de Papel”.
“Hoy es un gran día para la democracia, vamos a coronar un trabajo que viene desde hace muchos años. La Libertad Avanza puso su granito de arena al destrabar en el Senado esta ley que estaba durmiendo el sueño de los justos”, dijo Mayoraz.
El diputado rionegrino Agustín Domingo, de Innovación Federal, detalló la posición de las fuerzas provinciales: “Los acuerdos hay que respetarlos. La eliminación de la tilde de lista completa le va a permitir al elector tener un voto más pensado, eligiendo a los candidatos de cada categoría por separado”.
Quienes defienden la implementación de la Boleta Única de Papel destacan que el sistema termina con prácticas como el robo de boletas, el voto “cadena” y las prebendas con la boleta partidaria. También desalienta una práctica que floreció en la última década: los partidos que armaban falsas competencias internas para multiplicar el dinero que el Estado les transfiere para garantizar que todos los sectores puedan imprimir un mínimo de boletas.
Otros puntos clave del proyecto es que se ampliarán de 50 a 60 días las campañas electorales, junto a la presentación de listas 70 días antes de las PASO -serán una semana antes de lo habitual-, en vez de 50; y la conformación de alianzas, que pasará de 60 a 80 días antes de los comicios.
Por su parte, desde el peronismo se opusieron desde el principio a la reforma electoral con el argumento de que el sistema actual funciona de forma correcta y ha garantizado históricamente la alternancia entre diferentes fuerzas políticas.
“La boleta partidaria es uno de los mejores sistemas que hay, y no lo digo yo. Lo dice por ejemplo Jesús Rodríguez, dirigente radical histórico, que mostró el ranking de The Economist de calidad democrática. Encabezan Noruega, Finlandia, Uruguay, España, Suecia. Todos con boleta partidaria, el mismo sistema de Argentina que hoy quieren cambiar”, dijo Eduardo Valdés.
Ayer, tras el plenario de comisiones, se especulaba con que el kirchnerismo podía intervenir en la votación en particular de cada artículo para rechazar el que eliminaba el casillero de lista completa. Para bloquear cualquier tipo de jugada reglamentaria, el oficialismo propuso hacer una única votación para ratificar los cambios del Senado.