Nada hacía prever que la reunión del Concejo Deliberante de Allen desarrollada en la mañana de este jueves, iba a terminar en un verdadero escándalo político.
En el Orden del Día entre lo más destacado figuraban los despachos de comisión de adhesión al RIGI (Régimen de incentivo para grandes inversiones), y el de la concejal Martínez para que se le dé prioridad a las empresas de la ciudad en la incorporación al régimen y además la Declaración de Interés Municipal de la “Biblioheladera” ubicada en la Plaza Dr. René Favaloro.
Pero en determinado momento…se armó la hecatombe, la debacle total. Una sucesión de hechos bochornosos a partir…de la presentación de seis concejales de una extensa resolución de más de seis páginas donde se pidió lisa y llanamente la destitución de la presidenta del Concejo, la libertaria Valeria Bezic, que fue aprobada por mayoría.
En la resolución se detallan diversos malos manejos e irregularidades graves en el manejo de fondos, que determinaron la decisión que seguramente terminará en la justicia.
«Hasta que la Justicia no me diga que no soy presidenta del Concejo Deliberante, voy a seguir sesionando», aseguró Bezic en más de una oportunidad. «Les guste, o no les guste», enfatizó. Además, tildó a los concejales que votaron su apartamiento como una «vergüenza».
En contrapartida, una concejal de la oposición afirmó: «Usted metió la mano en la lata y se tiene que hacer responsable».
Durante la sesión, un concejal del bloque radical, ahora libertario, estuvo durante 40 minutos golpeando con fuerza e insistencia su pupitre para que no siguiera la sesión, cuestión que no lo impidió. Por supuesto que insultos, agravios, y otras yerbas formaron parte de la hecatombe.
Finalmente asumió el cargo ahora vacante por destitución, el hasta hoy vicepresidente primero, el radical Fabián Figueroa. Valeria Bezic seguirá igualmente ocupando una banca de concejal.