El presidente Javier Milei desplazó a Florencia Misrahi como titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ex AFIP, debido a una medida del ente recaudador por la que comenzaban a gravar la actividad de streamers e influences, según confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
El funcionario adelantó además que otros dos funcionarios del organismo también fueron desplazados, y que al frente de ARCA quedará Juan Pazo, mientras que Pablo Quirno asumirá el rol de Secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina, lugar en el que días atrás había sido designado el futuro titular del ente recaudador.
La decisión del mandatario se dio luego del enojo que generó una resolución de la ARCA publicada en el Boletín Oficial por la cual instagramers, bloggers, influencers y otras personas o grupos de personas que crean o difunden contenido audiovisual en redes y plataformas digitales deben inscribirse en los impuestos a nivel nacional y provincia, empezar a pagarlos y hacer aportes jubilatorios.
Es lo que se desprende de la Resolución General 5.607, publicada el 28 de noviembre en el Boletín Oficial, que incorporó la actividad 731002, que incluye la “creación, edición, producción, difusión y/o publicidad de contenido audiovisual” que se utilicen o reproduzcan en redes sociales, aplicaciones y plataformas digitales “y otras actividades económicas vinculadas a creadores de contenido”.
La misma normativa también alcanza fiscalmente a la criptominería y las transacciones digitales.
Cuando esta iniciativa y sus eventuales efectos llegaron a su conocimiento, el presidente Javier Milei, participante activo del mundo digital y partidario de una interferencia mínima del Estado en la actividad económica en general y en las nuevas tecnologías en particular, ordenó rever la medida.
El presidente ordenó también determinar qué funcionarios intervinieron en la elaboración de la resolución, altamente técnica y con numerosos artículos que disponen reemplazos de ciertas descripciones de actividad por otras, por lo que la responsabilidad recaería sobre los técnicos, probablemente de nivel de directores o subdirectores, que serían desplazados de la agencia fiscal.