La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, llegó este lunes a las 14 a la provincia de Neuquén. Desde la zona, hará un sobrevuelo por la zona de Valle Magdalena para monitorear el trabajo de combate del incendio forestal más grande que se haya registrado en la provincia de Neuquén. Después de casi un mes de operativos, las llamas ya afectan una superficie superior a las 23 mil hectáreas.
La funcionaria nacional llegó al aeropuerto de Chapelco, en San Martín de los Andes, donde fue recibida por el gobernador de la provincia de Neuquén, Rolando Figueroa. Desde esa terminal aérea se inició un sobrevuelo para monitorear desde el aire el avance del incendio forestal.
Más tarde, está previsto que la ministra y el gobernador se dirijan al campamento de Rahue, cercano a la localidad de Aluminé, donde trabaja un comando unificado entre Parques Nacionales y el gobierno de la provincia para combatir las llamas que afectan a los bosques nativos de Neuquén desde hace casi un mes.
El primer campamento se montó en la estancia Mamuil Malal, a 60 kilómetros de Junín de los Andes. Sin embargo, con el transcurso de los días el fuego se expandió hacia el noroeste, por lo que se decidió montar un segundo campamento en la zona de Rahue, para atacar el flanco izquierdo del incendio forestal, que se acercaba a la zona de Quillén.
Bullrich visitará este segundo campamento para comprobar cómo se trabaja en el combate del fuego con un enorme operativo, que involucra más de 400 brigadistas de distintos puntos del país y también un total de 17 aeronaves, entre helicópteros, aviones hidrantes y hasta un Boeing 737 que llegó desde Santiago del Estero.
Pese al esfuerzo titánico, la situación sigue siendo crítica. Las condiciones climáticas y la topografía juegan en contra de los equipos de emergencias, mientras el fuego sigue devorando hectáreas sin control.
Este domingo, las fuertes ráfagas de viento impidieron el uso de los medios aéreos desde las 3 de la tarde. Después de esa hora, empezó a llover, lo que implicó una noticia positiva después de varias semanas de sequía. Sin embargo, la precipitaciones fueron leves y no alcanzaron para aplacar el avance del fuego.