La justicia rionegrina investiga la muerte de un joven de 23 años, ocurrida el lunes a la tarde mientras era trasladado en ambulancia desde Cervantes al Hospital de General Roca.
Todo comenzó tras un llamado de alerta de vecinos que denunciaron una situación violenta en una vivienda de esa localidad. Al llegar al lugar, personal de la Comisaría 22 encontró al joven en un estado de extrema agitación. Ante la imposibilidad de calmarlo y con el objetivo de resguardar la integridad de quienes se encontraban presentes, se procedió a esposarlo.
Testigos indicaron que Barrera habría protagonizado un episodio de agresividad, presuntamente contra integrantes de su entorno familiar. La intervención policial fue seguida por la llegada de una ambulancia, cuyos profesionales intentaron estabilizar al joven en el domicilio. Al detectar un deterioro en su condición, se decidió su traslado urgente al hospital roquense.

Sin embargo, durante el trayecto, el joven se descompensó y murió antes de llegar al centro de salud.
Las autoridades confirmaron que la familia del joven estuvo presente durante gran parte del episodio y su testimonio será clave para avanzar en la investigación. También se intenta establecer si hubo factores adicionales que hayan influido en el desenlace.
El caso quedó en manos de la Justicia, que trabaja en la recolección de pruebas y declaraciones para determinar con precisión cómo se produjo la muerte.
El hecho causó gran consternación en Cervantes, pero también en la familia bomberil, ya que el joven pertenecía a la institución. Se trata de Rodrigo Alejandro Barrera, bombero de Cervantes y también trabajaba en la Federación de Bomberos de Río Negro.
