Una mujer oriunda de Viedma decidió mudarse a Bariloche intentando alejarse de su ex pareja que la sometía a un insoportable hostigamiento, a quién ya le ha radicado 34 denuncias por violencia de género. Sin embargo el acoso no cesa.
La mujer expuso que «es desgastante mudarte de ciudad, tener a tu familia lejos y que el problema siga. Hace 11 años estoy separada de un violento y hace 6 meses que padezco hostigamiento».
Recordó que «hubo dos medidas cautelares que violó. Fui a la SENAF y es como que hacen oídos sordos. En Viedma me pasaba lo mismo: iba a la casa de mi mamá y bajaba todos los vidrios; me iba a buscar al trabajo; cuando iba a buscar a mis hijos a la escuela, llegaba a la parada de colectivos y me cagaba a palos… Es algo de no acabar».
Contó que «vivo en Bariloche hace tres años, pude comprar un terreno, me mudé con mis hijos y hace seis meses vino. Fui a la Comisaría de la Familia y me dijeron que como el tipo no nos había agredido, no nos podía tomar la denuncia».
Agregó que «aparte de las 34 denuncias, cuando viví en Viedma perdí un departamento porque él tenía problemas con consumos y adicciones, y vínculos con personas que andaban en el ámbito delictivo».
Por último, expuso que «la familia de él lo apaña, ahora se vino a esconder a Bariloche. Es un caos vivir así y que la Justicia no responda. Es un problema de no acabar. El tipo se nos aparece en todos lados, es un calvario. Hace 11 años estoy separada de él, no sé qué espera la Justicia. En Bariloche hubo un montón de femicidios».(Noticias Río Negro)