El ministro de Gobierno, Trabajo y Turismo de Río Negro, Fabián Gatti, fue víctima de un robo en pleno centro de Bariloche, cuando delincuentes utilizaron un inhibidor de alarmas para abrir las puertas de la camioneta oficial y sustraer pertenencias personales.
El episodio, que ocurrió sobre la calle Salta, fue alertado por un vecino de la zona quien comentó con ironía: «Ni el ministro de turismo se salva», haciendo referencia a la creciente inseguridad que afecta a la región.
Los ladrones emplearon tecnología sofisticada para perpetrar el ilícito, utilizando un inhibidor de señal que les permitió abrir el vehículo sin forzar las cerraduras, una modalidad cada vez más frecuente en la zona. Una vez que lograron acceder al interior de la camioneta oficial, sustrajeron las pertenencias que se encontraban en el habitáculo.
El hecho pone en evidencia que la inseguridad no distingue jerarquías, afectando incluso a funcionarios públicos de alto rango en zonas céntricas y transitadas de la ciudad.
El ministro se encuentra en Bariloche dónde llevará a cabo una serie de actividades que forman parte de la agenda oficial.
Este robo se inscribe en un contexto más amplio de crecimiento de la criminalidad que afecta a toda la provincia de Río Negro. Durante 2024 ingresaron a las Oficinas Judiciales de toda la provincia un total de 6.942 legajos, lo que representa un incremento del 19 por ciento en comparación con el año anterior. De ese total, 6.189 causas fueron promovidas por el Ministerio Público ante la presunta comisión de algún delito.
Los delitos contra la propiedad fueron los más frecuentes, con 2.697 legajos, lo que representa el 43,59 por ciento del total promovido por el Ministerio Público. Esta categoría incluye hurtos, robos, estafas, daños materiales y otros hechos de similar naturaleza, confirmando que el tipo de ilícito que sufrió el ministro Gatti forma parte de la modalidad delictiva más extendida en la provincia.
Lo que resulta especialmente preocupante es que estos delitos no solo aumentan en cantidad, sino que también se vuelven más violentos y sofisticados. El uso de inhibidores de señal, como en el caso del robo al ministro Gatti, representa una evolución en las técnicas delictivas que requiere de mayor preparación y conocimiento tecnológico por parte de los delincuentes.
Este episodio que involucra al funcionario provincial ilustra una realidad que viven cotidianamente los ciudadanos de Bariloche, donde los robos se han convertido en una preocupación constante tanto para residentes como para turistas que visitan la región, afectando la percepción de seguridad en uno de los destinos turísticos más importantes del país.
