Dolor y consternación en el mundo del turf: Roberto Ibáñez, el jockey que sufrió una durísima caída en plena competencia a causa de una rodada ocurrida en el hípico El Chiripá, falleció en la tarde de este lunes luego de una cirugía.
El traumatismo de cráneo que presentaba el jockey comprometió su salud desde el domingo en la mañana, cuando sucedió la rodada. Fue derivado de urgencia al hospital de General Roca, pero lamentablemente su salud empeoró y murió pese a los esfuerzos de los médicos y las cadenas de oraciones que rogaban por su recuperación.
El lamentable hecho sucedió cerca de las 10:00 cuando se disputaba la cuarta carrera del encuentro hípico en Villa Regina. Después de la veloz largada desde los partidores, uno de los caballos rodó sobre la pista y el jockey que lo montaba sufrió una caída durísima.
Tras la rodada, el animal murió y el jockey fue asistido rápidamente, en medio de la desesperación por lo ocurrido. Hay varias versiones sobre el accidente, aunque, por el momento, ninguna confirma por qué se desplomó y murió el caballo que montaba Ibáñez, llamado «Pobre Jorgito», un equino con propietarios de Allen.
Roberto Ibáñez había nacido un 22 de Julio de 1992 en Cipoletti pero su vida «entre las patas de los caballos» transcurrió en Fernández Oro. Fue discípulo de Vicente, uno de los hombres más renombrados en el ambiente hípico de la región que, en su juventud, también fue jockey y luego cuidador.
Como tantos otros jockeys, Ibáñez se acercó a los caballos de carrera con un primer oficio, como cuidador. Casi al mismo tiempo empezó a varear a los pingos y cuando supo que podía «volar» sobre el lomo de los pura sangre, se animó a correr con la fusta en mano y parado en los estribos del monturín.
Robertito Ibáñez mostró condiciones desde las primeras montas y si bien tiene sobre sus espaldas tiene muchas victorias, su nombre ganó trascendencia en la zona cuando, en 2019, corrió y ganó el Gran Premio Carlos Pellegrini montando a Areco Run.