Una mujer de Regina acusó a un vecino de haber abusado sexualmente de su hijo de 5 años, mientras el niño jugaba en la vereda. El acusado, según la denuncia, había comprado una cerveza en el quiosco de la familia antes del presunto abuso.
Tras el hecho, la madre del menor, junto a su pareja y su cuñado, se dirigieron a la casa del sospechoso. Allí, en un acto de furia e indignación, apedrearon la vivienda, lo que obligó a la intervención de la Policía de la Unidad Quinta.
La fiscal Analía Jofré tomó conocimiento del caso y ordenó el inicio de actuaciones por presunto abuso sexual infantil. Además, dispuso un rondín policial en la casa del denunciado por un plazo de cinco días, con el objetivo de evitar nuevos ataques.
El hecho está siendo investigado a partir de la denuncia por «tocamientos hacia un niño de 5 años», mientras la comunidad del barrio La Grava sigue conmovida por el episodio y espera avances en la causa.
